Iba el verano pasando,
tu me hablabas dulcemente,
me hacías sentir rubor
en aquella tarde ausente.
Pasarían muchos días
desde aquel atardecer,
apareciendo el otoño
empezándote a querer.
Esa estación declinaba
el árido invierno vuelve,
me envuelves entre tus brazos
besándome mientras llueve.
Beso tibio delicado,
tan limpio como la nieve
tan pura, blanca y copiosa
mi amor así igual te llegue.
La primavera despierta
su fragancia ya se huele,
amarte fue lo primero
y lo mas cierto quererte.
Fue creciendo nuestro amor
como llama incandescente,
y en un otoño cercano
me uní a ti para tenerte.
Y volvimos a pasar
de un siglo al otro siguiente,
cruzamos los dos sin miedo
este peligroso puente.
Muchos inviernos pasaron
juntos y amándonos siempre,
hemos llegado al momento
de esperar juntos la muerte.
Pero las cuatro estaciones,
de una en una permanece,
harán que espere el invierno
a tu lado hasta perderte.